
Eliminar las Humedades en Paredes
Los indicios de humedad en paredes y muros suelen ser las señales más visibles cuando un edificio presenta este tipo de afección. Se manifiestan a través de manchas oscuras, presencia de moho, desprendimientos de pintura y deterioro del mobiliario cercano. Aunque estos signos son evidentes a nivel visual, el problema va mucho más allá de lo estético.

La presencia constante de humedad y la aparición de moho tienen un impacto directo en la salud de quienes viven en ese entorno. Estos agentes pueden desencadenar o agravar problemas respiratorios como el asma o la bronquitis, causar irritación en las mucosas (ojos, nariz y garganta), e incluso generar lesiones en la piel en personas sensibles. En ambientes cerrados y poco ventilados, el aire contaminado por esporas de moho puede afectar especialmente a niños, personas mayores o con sistemas inmunológicos debilitados. Por ello, no basta con ocultar las manchas o pintar por encima: es imprescindible identificar la causa raíz de la humedad en muros y paredes y aplicar un tratamiento eficaz que elimine el problema de forma permanente, garantizando así un hogar saludable y seguro.
¿Qué causa las Humedades en las Paredes?
Humedad por filtración
Ocurre cuando el agua del exterior se cuela por grietas, tuberías dañadas o fallos en tejados y ventanas. Es común en sótanos o paredes en contacto con el terreno.
Humedad por condensación
Se forma por exceso de vapor en el aire que, al tocar superficies frías, se convierte en gotas. Es típica en casas mal ventiladas o con aislamiento deficiente.
Humedad por capilaridad
El agua del suelo asciende por los materiales porosos de la construcción, como ladrillos o mortero, provocando manchas y deterioro en muros bajos del inmueble.
¿Síntomas de las humedades en paredes?

Pueden ser diversos y presentarse varios al mismo tiempo:
- Descamación de pintura y yeso: Desconchones y grietas, especialmente en zonas bajas o mal ventiladas.
- Presencia de moho: Las manchas oscuras, ya sean grises o negras, suelen ser una de las primeras señales de advertencia.
- Formación de salitre: Manchas blanquecinas en la pared. Se trata de sales minerales que emergen desde el interior del muro, dejando un residuo que se adhiere con facilidad.
- Ambientes cargados y olor desagradable: El moho, la humedad acumulada y la descomposición de ciertos materiales provocan olores penetrantes difíciles de eliminar.
- Hongos y ácaros: Se crea un entorno ideal para microorganismos que no solo afectan la estructura, sino también la salud de quienes habitan la vivienda.
- Incomodidad térmica y gasto energético: Sensación de frío persistente. Esto obliga a un mayor uso de la calefacción, lo que se traduce en un incremento notable en el consumo energético.
- Daños en equipos electrónicos: La exposición constante a ambientes húmedos puede afectar componentes sensibles de electrodomésticos y aparatos eléctricos.
Consecuencias de este tipo de humedades
La humedad en las paredes no solo afecta a su estética, sino que también puede desencadenar consecuencias graves a nivel estructural, económico y de salud. Ignorar este problema o enmascararlo con soluciones superficiales solo agrava sus efectos.
- Ocultar el problema no lo soluciona: Cubrir una pared húmeda con revestimientos como pladur, cerámica, madera o pintura impermeable solo disimula el daño. El moho seguirá desarrollándose debajo, generando un entorno insalubre.
- Impacto en la salud: La exposición constante al moho y a altos niveles de humedad puede provocar afecciones respiratorias, alergias, irritaciones en la piel y agravar patologías crónicas. Es especialmente perjudicial para niños, ancianos y personas con defensas bajas.
- Riesgos para la instalación eléctrica y dispositivos: La humedad también puede alcanzar el sistema eléctrico, generando fallos en enchufes, saltos de diferenciales y mal funcionamiento de electrodomésticos o aparatos electrónicos.
- Deterioro visible y continuo: Con el paso del tiempo, las humedades provocan manchas oscuras, moho, desprendimiento de pintura, grietas en los revestimientos y deformaciones en muebles, sobre todo los fabricados con madera o aglomerado.
- Pérdida de valor de la propiedad: Un inmueble afectado por humedades resulta menos atractivo para compradores o inquilinos. Este tipo de problemas puede suponer una reducción importante en el valor de mercado.

¿Cómo solucionamos en Vicente Fort las humedades en paredes?
ℹ️ Aplicar un tratamiento eficaz contra las humedades en muros y paredes requiere, ante todo, identificar con precisión su causa. Sin un buen diagnóstico, cualquier intento de reparación será incompleto o temporal. Siempre que haya incertidumbre sobre el origen del problema, lo más recomendable es acudir a profesionales con experiencia en el control de humedades. No obstante, existen algunos aspectos fundamentales que conviene conocer y tener presentes antes de actuar.
Humedades por capilaridad
Nuestra empresa utiliza un sistema de inyecciones de resinas o geles hidrófugos como solución principal para combatir la humedad por capilaridad, ya que se ha demostrado altamente eficaz en la mayoría de los casos. Este método consiste en perforar pequeños orificios en la base de los muros afectados e inyectar un producto químico repelente al agua. Una vez dentro, este compuesto se expande y sella los poros del material (como ladrillo o mortero), creando una barrera impermeable interna que detiene el ascenso de la humedad sin necesidad de realizar obras invasivas.
Aunque el efecto de sellado es inmediato, el secado completo del muro requiere tiempo, ya que la humedad ya absorbida necesita evaporarse progresivamente. Este proceso puede durar semanas o meses, dependiendo del tipo de pared, su grosor y las condiciones ambientales. Durante este periodo, es recomendable retirar los revestimientos dañados para facilitar la ventilación del muro. Esta técnica destaca por ser poco invasiva, duradera y aplicable tanto en edificaciones nuevas como antiguas.
Humedades por filtración
Utilizamos un sistema basado en inyecciones de resinas hidrorreactivas e hidroexpansivas, una barrera química altamente eficaz contra las humedades por filtración. Estas resinas de poliuretano reaccionan al contacto con el agua, expandiéndose hasta 40 veces su volumen para llenar grietas, poros y fisuras en los materiales de construcción. Al endurecerse, crean una barrera impermeable duradera que bloquea completamente el paso del agua. El procedimiento incluye un diagnóstico previo, perforación en puntos clave, inyección a alta presión y una fase final de secado y limpieza. En la mayoría de los casos, los resultados son inmediatos.
Este tratamiento destaca por su eficacia demostrada, ya que soporta la presión del agua sin deteriorarse, y por su carácter no invasivo, evitando obras complejas o costosas. Además, se adapta a múltiples materiales como ladrillo, hormigón o piedra, lo que lo convierte en una solución versátil y rápida, apta tanto para obras nuevas como para proyectos de rehabilitación. En definitiva, es la mejor opción cuando se busca un resultado profesional, duradero y con mínima intervención en la estructura del edificio.
Humedades por condensación
Nuestra empresa emplea tanto higroconvectores como barreras químicas para tratar humedades, ya que sabemos que son las soluciones más eficaces en la mayoría de situaciones. Los higroconvectores son sistemas pasivos que no requieren electricidad y que aprovechan la diferencia natural entre el aire caliente y el frío para regular la humedad y mejorar la ventilación interior. Se instalan en zonas propensas a la condensación y funcionan mediante un efecto chimenea que permite evacuar el exceso de humedad del ambiente. Gracias a sus materiales cerámicos o higroscópicos, ayudan a mantener estable la humedad relativa, sin necesidad de mantenimiento ni intervención constante.
También utilizamos barreras químicas como solución complementaria cuando la condensación está acompañada de infiltraciones o humedades estructurales. Consiste en inyectar resinas hidrófugas en la base de los muros, que se expanden y sellan los poros del material para bloquear el paso del agua desde el subsuelo. Ambos sistemas, bien aplicados, permiten atacar el problema de raíz y garantizar resultados duraderos.
Preguntas frecuentes sobre humedades en paredes
¿Puede una fuga en la vivienda del vecino causar humedades en mis paredes?
Sí. En edificios o viviendas adosadas, las humedades pueden originarse en pisos o propiedades contiguas. Una fuga en una tubería, calefacción o desagüe del vecino puede filtrarse a través de muros compartidos y manifestarse como manchas o moho en tus paredes. En estos casos, es clave localizar el punto de origen y, si es necesario, actuar de forma conjunta para solucionarlo.
¿Por qué reaparece la humedad después de haberla “arreglado”?
Porque el tratamiento fue superficial o no se abordó la causa real. Pintar encima, usar deshumidificadores sin mejorar ventilación o tapar con pladur, por ejemplo, solo oculta el problema. Si no se resuelve el origen (capilaridad, condensación o filtración), la humedad volverá a aparecer, muchas veces en el mismo lugar o en zonas cercanas.
¿Qué diferencia hay entre una humedad reciente y una antigua en una pared?
Una humedad reciente suele notarse por manchas oscuras, sensación fría al tacto y posible presencia de agua líquida o vaho. Las humedades antiguas, en cambio, presentan pintura cuarteada, yeso suelto, eflorescencias blancas (sales) y materiales visiblemente deteriorados. Distinguir ambas es importante para valorar el daño real y decidir el tratamiento adecuado.
¿Qué tipos de pintura son recomendables en paredes propensas a humedad?
Las más recomendables son las pinturas transpirables (como las de silicato) y aquellas antihumedad o antimoho, que permiten que la pared «respire» y ayudan a prevenir la aparición de hongos. Evita las pinturas plásticas impermeables si no se ha resuelto el problema de fondo, ya que solo empeoran la condensación interior.
¿Una pared húmeda puede afectar a la eficiencia energética de la vivienda?
Sí, y bastante. Las paredes húmedas pierden su capacidad de aislamiento térmico, lo que provoca un aumento del consumo energético, ya sea para calefacción en invierno o refrigeración en verano. Esto se traduce en mayor gasto en facturas y en un confort térmico más difícil de mantener.
Pide presupuesto ya
Completa este formulario o llama al 645 82 72 00