
Eliminar las Humedades en Suelos
Las humedades en el suelo de viviendas son más frecuentes de lo que suele imaginarse, aunque muchas veces pasan desapercibidas debido a los materiales utilizados en el pavimento, como cerámica, madera o vinilo, que ocultan los signos visibles del problema. Estos revestimientos cumplen una función estética y práctica, pero también enmascaran posibles daños, lo que dificulta una detección temprana.

Las humedades en suelos suelen aparecer en zonas en contacto directo con el terreno —como plantas bajas o sótanos— y pueden tener diferentes causas: desde la humedad por capilaridad, donde el agua asciende desde el subsuelo a través de los materiales porosos si no existe una correcta impermeabilización, hasta filtraciones provocadas por roturas en tuberías, grietas o sistemas de drenaje defectuosos. En otros casos, la causa es la condensación, que se forma cuando hay vapor de agua en el ambiente y las superficies frías del suelo provocan su acumulación en forma de humedad superficial.
Para resolver este tipo de problemas de forma efectiva, es imprescindible identificar el origen concreto de la humedad. Las soluciones variarán en función de esa causa: desde la mejora del aislamiento del suelo y muros mediante barreras impermeables, hasta la reparación de fisuras o conducciones dañadas. También es clave mantener una ventilación adecuada en el espacio para evitar condensaciones. Tratar únicamente los efectos visibles —como manchas, malos olores o moho— sin intervenir sobre la raíz del problema solo conducirá a soluciones temporales. Por eso, es aconsejable acudir a profesionales especializados que puedan realizar un diagnóstico preciso y aplicar tratamientos duraderos adaptados a cada caso.
¿Qué causa las Humedades en Suelos?
Humedad por condensación
La condensación en suelos no es muy habitual, pero puede ocurrir cuando el exceso de vapor de agua en el ambiente entra en contacto con una superficie fría, como el pavimento, y se transforma en agua. Para evitarlo, es clave mejorar la ventilación y el aislamiento térmico, reduciendo así los contrastes de temperatura. Una vez controlado el problema, se pueden aplicar productos anti condensación en suelos y otras zonas susceptibles para prevenir que la humedad vuelva a acumularse en el futuro.
Humedad por filtración
Aparece cuando el agua se filtra hacia el suelo desde una fuente externa, normalmente a causa de grietas en el pavimento o averías en las tuberías. También pueden influir de forma significativa fallos en los sistemas de evacuación, como desagües obstruidos o canalones en mal estado, que facilitan la acumulación de agua cerca de la estructura. Para solucionar el problema de manera efectiva, es imprescindible localizar y reparar el origen de la infiltración antes de abordar la limpieza de manchas o el arreglo de los materiales afectados.
Humedad por capilaridad
La humedad por capilaridad se origina cuando el agua del subsuelo sube a través de los materiales porosos utilizados en la construcción. Este problema no solo afecta a los suelos, sino que también aparece en paredes y muros, donde suele observarse como manchas que ascienden desde la base. Para erradicarla, es fundamental actuar sobre la porosidad de los materiales y reforzar el aislamiento del pavimento, lo que permite bloquear el paso del agua desde el terreno y eliminar la humedad tanto en suelos como en superficies verticales.
¿Síntomas de las humedades en suelos?

Identificar a tiempo los indicios de humedad en el suelo es clave para prevenir tanto deterioros en la estructura del edificio como posibles riesgos para la salud. Estos son los signos más habituales que pueden revelar la presencia de humedad en pavimentos:
- Presencia de moho y malos olores: La humedad persistente crea un ambiente propicio para el crecimiento de moho, que puede manifestarse como manchas oscuras en superficies y generar olores desagradables.
- Sensación de frío en el ambiente: Los espacios con humedad suelen sentirse más fríos de lo normal, ya que la humedad reduce la eficacia del aislamiento térmico y aumenta la sensación de frío.
- Problemas eléctricos y averías en instalaciones: La humedad puede afectar las instalaciones eléctricas que pasan por el suelo, provocando cortocircuitos, fallos en enchufes y deterioro de electrodomésticos.
- Manchas y abombamientos en suelos de madera: La humedad puede causar manchas oscuras y deformaciones en suelos de madera, como el parquet, debido a la absorción de agua por parte del material.
- Desconchones en pavimentos de cemento: En suelos de cemento, la humedad puede provocar la aparición de desconchones o desprendimientos en la superficie, comprometiendo la integridad del pavimento.
- Pequeños charcos de agua en esquinas y juntas: La acumulación de agua en zonas específicas, como esquinas o juntas del suelo, puede ser un indicio claro de filtraciones o problemas de impermeabilización.
Consecuencias de estas humedades
- Problemas de salud derivados del exceso de humedad: La presencia constante de humedad favorece la proliferación de moho, ácaros y bacterias, lo que puede agravar enfermedades respiratorias como asma, alergias o bronquitis.
- Riesgos eléctricos y daños en aparatos electrónicos: La humedad puede infiltrarse en enchufes, interruptores y cableado, deteriorando su aislamiento y aumentando el riesgo de cortocircuitos o incluso incendios. Además, puede provocar fallos en electrodomésticos y sistemas eléctricos, con el consiguiente aumento en reparaciones y consumo energético.
- Deterioro del pavimento y daño estructural progresivo: La humedad en suelos puede provocar que las baldosas se levanten, que la madera se deforme o que aparezcan manchas y sales en la superficie.
- Formación de charcos y superficies peligrosas: La acumulación de agua por filtraciones o condensación puede generar zonas resbaladizas en el suelo, aumentando el riesgo de caídas. Además, estos charcos favorecen la proliferación de microorganismos que deterioran aún más el ambiente interior.
- Pérdida de valor en la vivienda: Las señales visibles de humedad —como moho, olores o manchas— generan desconfianza en compradores o inquilinos potenciales, haciendo que la propiedad pierda atractivo en el mercado y se devalúe significativamente.

¿Cómo abordamos en Vicente Fort las humedades en suelos?
ℹ️ Para tratar correctamente las humedades en suelos, es clave determinar con exactitud su causa. Sin un diagnóstico claro, las soluciones pueden ser parciales o poco duraderas. Si no se conoce el origen, lo ideal es acudir a expertos en el tratamiento de humedades, como nuestro equipo.
Humedades por capilaridad
En Vicente Fort aplicamos un método altamente efectivo y mínimamente invasivo para combatir la humedad por capilaridad, que se basa en la inyección de resinas repelentes al agua. Esta técnica consiste en perforar la base del muro afectado e inyectar un producto que, al expandirse, sella los poros del material de construcción, como el ladrillo o el mortero. De este modo, se crea una barrera impermeable interna que impide que la humedad ascienda desde el subsuelo, sin necesidad de realizar grandes obras.
Si bien el sellado actúa de forma inmediata, el secado completo del muro es un proceso más lento, ya que la humedad existente debe evaporarse de forma progresiva. Este periodo puede durar varias semanas o incluso meses, en función del grosor del muro, el tipo de material y las condiciones de ventilación. Por ello, se aconseja retirar los revestimientos deteriorados, permitiendo así que el paramento respire correctamente. Se trata de una solución duradera, limpia y apta para todo tipo de construcciones, tanto antiguas como modernas.
Humedades por filtración
Utilizamos una técnica moderna y eficaz para eliminar las humedades por filtración, basada en la inyección de resinas específicas que se activan al entrar en contacto con la humedad. Estas resinas se expanden en el interior de grietas y fisuras, creando una barrera impermeable que impide de forma duradera la entrada de agua. El procedimiento se lleva a cabo mediante una actuación controlada: se analiza la zona afectada, se realizan perforaciones estratégicas y se aplica la resina a presión, culminando con el secado y la limpieza del área intervenida.
Este sistema destaca por ser rápido, eficiente y poco invasivo, ya que no requiere obras mayores ni altera la integridad estructural. Es compatible con diversos materiales como piedra, ladrillo o hormigón, lo que permite su uso tanto en edificios antiguos como en construcciones modernas. Su resistencia al agua y su aplicación precisa lo convierten en una de las soluciones más versátiles y seguras frente a filtraciones.
Humedades por condensación
Empleamos tanto higroconvectores como barreras químicas, ya que ambos sistemas ofrecen excelentes resultados en la mayoría de los casos. Los higroconvectores son dispositivos pasivos, sin consumo eléctrico, que mejoran la ventilación natural aprovechando la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior. Se colocan en zonas donde la condensación es frecuente y generan una corriente de aire que ayuda a expulsar el exceso de humedad. Gracias a sus componentes cerámicos, regulan la humedad relativa de forma constante, sin necesidad de mantenimiento.
Cuando la causa de la humedad está vinculada a filtraciones o humedad estructural, aplicamos barreras químicas. Este sistema consiste en inyectar productos impermeabilizantes en la base de los muros, bloqueando los poros de los materiales para evitar que el agua del terreno penetre. Al combinar ambas técnicas, logramos tratamientos eficaces y duraderos, que actúan directamente sobre el origen del problema.
Preguntas frecuentes sobre humedades en suelos
¿Es necesario levantar el suelo para tratar la humedad?
No siempre. En muchos casos se pueden aplicar soluciones sin levantar completamente el pavimento, como la inyección de productos impermeabilizantes desde los laterales o el uso de sistemas de ventilación subterránea. Sin embargo, si el daño estructural es severo o si el aislamiento es inexistente, puede ser necesario sustituir capas del suelo afectado.
¿Qué tipo de suelos son más vulnerables a la humedad?
Los suelos con acabados porosos como madera natural, barro cocido o algunos tipos de piedra sin tratar son especialmente sensibles a la humedad. Además, si la base del suelo no cuenta con una lámina impermeable adecuada, incluso suelos cerámicos pueden sufrir filtraciones o manchas desde abajo.
¿Se puede instalar calefacción radiante en un suelo que ha tenido humedad?
Sí, pero solo una vez que el problema de humedad se haya resuelto por completo. Instalar calefacción sin haber corregido la causa puede empeorar la situación, ya que el calor puede acelerar la evaporación desde el subsuelo y generar más condensación. Es clave garantizar una base completamente seca y bien aislada.
¿Cuánto tiempo tarda en desaparecer la humedad después de aplicar un tratamiento?
Depende del grado de afectación y del tipo de materiales. Aunque el tratamiento actúe de forma inmediata, el secado total del suelo puede tardar de varias semanas a varios meses, ya que la humedad retenida debe evaporarse poco a poco. Una ventilación adecuada puede ayudar a acelerar el proceso.
¿Puedo pintar o colocar nuevos suelos justo después del tratamiento?
No es recomendable hacerlo de inmediato. Es fundamental esperar a que el suelo esté completamente seco antes de aplicar nuevos acabados, ya que la humedad residual puede afectar a adhesivos, pinturas o revestimientos, y provocar que se deterioren en poco tiempo. Un profesional podrá indicar el momento adecuado según cada caso.
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