humedades por capilaridad en valencia las cubre el seguro

Humedades por capilaridad en Valencia: ¿las cubre el seguro?

Las humedades por capilaridad son un problema común en muchas viviendas de Valencia, especialmente en zonas con alta humedad o construcciones antiguas. Estas humedades se producen cuando el agua del subsuelo asciende por los materiales porosos de los muros y cimientos, causando daños estéticos y estructurales. Una pregunta frecuente entre los afectados es si el seguro del hogar cubre este tipo de daños.

¿Qué son las humedades por capilaridad?

La humedad por capilaridad es un fenómeno físico que ocurre cuando el agua del subsuelo asciende por los poros de los materiales de construcción, como ladrillos, mortero o piedra. Este ascenso se produce por la propiedad de los líquidos conocida como capilaridad, que permite al agua subir en contra de la gravedad a través de espacios muy estrechos dentro de materiales porosos. En edificaciones que carecen de una adecuada barrera impermeabilizante en los cimientos, esta humedad puede alcanzar alturas de hasta 1,5 metros en las paredes, manifestándose en forma de manchas, desprendimientos de pintura o eflorescencias salinas.

Humedades por capilaridad en Valencia las cubre el seguro

Este tipo de humedad es especialmente común en construcciones antiguas o en zonas con alto nivel freático, donde la presencia constante de agua en el terreno favorece su ascenso por los muros. Además de causar daños estéticos, la humedad por capilaridad puede comprometer la estructura del edificio y afectar la salubridad del ambiente interior, facilitando la aparición de moho y microorganismos nocivos. Para eliminarla de forma efectiva, es esencial realizar un diagnóstico profesional y aplicar tratamientos específicos, como la inyección de barreras químicas o la instalación de sistemas físicos de impermeabilización.

Cobertura de las humedades por capilaridad en los seguros de hogar

Uno de los aspectos que más dudas genera entre los propietarios de viviendas en Valencia es si las humedades por capilaridad están cubiertas por el seguro del hogar. La respuesta corta es que, en la mayoría de los casos, no están incluidas en la cobertura básica, ya que se consideran un problema derivado del desgaste progresivo, falta de mantenimiento o defectos constructivos.

Los seguros de hogar suelen cubrir los daños materiales producidos por hechos accidentales o imprevisibles, como roturas de tuberías, inundaciones, incendios o fenómenos meteorológicos extremos. Sin embargo, la humedad por capilaridad no suele cumplir con estos requisitos, ya que se trata de un proceso lento, progresivo y evitable si se hubieran tomado las medidas de impermeabilización adecuadas desde la construcción. Por este motivo, muchas aseguradoras la excluyen expresamente de sus coberturas, al considerarla una consecuencia del deterioro natural de la vivienda.

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No obstante, existen excepciones o matices. Algunas pólizas de hogar más completas o con coberturas ampliadas pueden incluir garantías adicionales que contemplen humedades estructurales si estas derivan de una avería cubierta, como una fuga oculta o una filtración por rotura. En estos casos, si se demuestra que la humedad es consecuencia directa de ese siniestro, el seguro sí podría responder. Además, algunas aseguradoras permiten contratar coberturas opcionales para daños por humedad o impermeabilización, aunque esto suele implicar un coste adicional y una evaluación previa del inmueble.

Otro punto importante es que muchas compañías requieren mantenimiento adecuado de la vivienda como condición para activar cualquier cobertura relacionada con la humedad. Es decir, si el propietario no ha hecho las reparaciones necesarias o ha ignorado signos evidentes de deterioro, la aseguradora podría rechazar la indemnización alegando negligencia.

El papel del seguro de la comunidad de propietarios

En edificios residenciales, las humedades por capilaridad no siempre afectan únicamente a una vivienda en particular, sino que pueden tener su origen o manifestarse en elementos comunes del edificio, como los cimientos, muros estructurales o zonas comunes del sótano. En estos casos, es fundamental entender qué cobertura ofrece el seguro de la comunidad de propietarios, ya que puede ser el responsable de asumir la reparación.

El seguro comunitario cubre, por norma general, los daños materiales que afecten a partes comunes del edificio, como las estructuras portantes, fachadas, tejados, patios interiores, bajantes y cimentaciones. Si la humedad por capilaridad proviene de una deficiencia en estos elementos comunes, y no se debe al mal uso o falta de mantenimiento de una propiedad individual, es posible que la comunidad sea responsable de solucionar el problema y de cubrir los gastos mediante su seguro.

Humedades por capilaridad en Valencia las cubre el seguro

Ahora bien, no todos los seguros de comunidades incluyen cláusulas específicas sobre humedades, y muchas aseguradoras consideran que la capilaridad es un problema progresivo derivado de la falta de mantenimiento o de una construcción deficiente. Por ello, es importante revisar las condiciones particulares de la póliza y verificar si contempla este tipo de daños como siniestros asegurables. En algunos casos, la cobertura dependerá de si se ha producido un daño súbito o accidental en la estructura, como una rotura en una conducción enterrada o una filtración imprevista.

En caso de conflicto, la comunidad puede encargar un informe técnico independiente que determine el origen de la humedad y si está relacionada con elementos comunes. Este informe puede ser clave a la hora de presentar una reclamación al seguro y demostrar que el origen del problema está en zonas bajo su responsabilidad. Si el seguro no lo cubre, los propietarios podrían verse obligados a asumir los costes de reparación a través de derramas, algo que puede generar tensiones vecinales si no se gestiona adecuadamente.

Pasos a seguir si se detectan humedades por capilaridad

Detectar la presencia de humedades por capilaridad en una vivienda o local comercial puede generar preocupación, especialmente por los daños que puede causar tanto en la estructura como en la salud de los ocupantes. Actuar a tiempo es clave para minimizar riesgos y evitar costes mayores. Aquí tienes los pasos recomendados para abordar este problema de forma eficaz:

1. Observar y documentar los síntomas

El primer paso es identificar las señales visibles. Las humedades por capilaridad suelen manifestarse en forma de manchas en la parte baja de las paredes, desprendimiento de pintura o yeso, eflorescencias salinas (depósitos blanquecinos) y en ocasiones olor a humedad persistente. Es recomendable tomar fotografías y anotar la evolución de los daños, ya que esta información puede ser útil para el diagnóstico técnico o en caso de reclamación al seguro.

2. Solicitar un diagnóstico profesional

Es esencial contar con la valoración de un especialista en tratamiento de humedades. Un técnico realizará una inspección detallada para confirmar que se trata de humedad por capilaridad (y no de filtraciones o condensación), evaluará el grado de afectación y determinará las posibles causas. En muchos casos, se emplean medidores de humedad y pruebas no invasivas para obtener un diagnóstico preciso. Este paso es clave para definir el tratamiento más adecuado.

3. Consultar la póliza de seguro del hogar o comunidad

Antes de asumir el coste de las reparaciones, conviene revisar las condiciones del seguro de hogar o del seguro comunitario, en caso de vivir en un edificio. Algunas pólizas pueden excluir expresamente las humedades por capilaridad por considerarlas consecuencia de falta de mantenimiento o de deficiencias constructivas, pero otras pueden cubrir los daños colaterales si se demuestra que el problema es sobrevenido o afecta a zonas comunes. En caso de duda, lo mejor es contactar con la aseguradora y exponer la situación.

4. Notificar a la aseguradora y facilitar toda la información

Si existe posibilidad de cobertura, hay que comunicar el siniestro a la aseguradora cuanto antes, siguiendo los canales oficiales. Es útil adjuntar el informe técnico, las fotos y una descripción clara de los daños detectados. La compañía puede enviar un perito para verificar in situ el problema y valorar si entra dentro de los términos de la póliza. Cuanta más documentación se aporte, mayor será la probabilidad de una resolución favorable.

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5. Aplicar un tratamiento adecuado

Una vez se tiene el diagnóstico y, si corresponde, la aprobación del seguro, el siguiente paso es iniciar el tratamiento correctivo. El más habitual para humedades por capilaridad es la inyección de resinas hidrófugas en la base de los muros para crear una barrera impermeable. En casos más graves o en rehabilitaciones completas, se puede optar por sistemas físicos de impermeabilización o drenaje perimetral. Es importante que el trabajo lo realicen profesionales con experiencia, ya que un mal tratamiento puede hacer que el problema reaparezca con el tiempo.

6. Realizar trabajos de secado y ventilación

Aunque el tratamiento actúe de forma inmediata, la evaporación del agua acumulada en los materiales puede tardar semanas o incluso meses. Durante este tiempo, se recomienda retirar revestimientos dañados (pintura, papel pintado, zócalos, etc.) y mantener el espacio bien ventilado, o instalar deshumidificadores si es necesario. Un seguimiento adecuado permite comprobar la eficacia del tratamiento y prevenir futuras afectaciones.

7. Restaurar los acabados y prevenir recurrencias

Una vez el muro está completamente seco, se pueden reparar los daños estéticos, como pintar, revocar o reinstalar suelos y zócalos. Además, conviene mejorar la ventilación de la estancia, revisar posibles fugas o problemas de aislamiento, y hacer mantenimiento periódico para evitar que la humedad vuelva a ascender por capilaridad.

Prevención y soluciones

Prevenir las humedades por capilaridad en una vivienda o local de Valencia es fundamental para evitar daños estructurales, problemas estéticos y consecuencias para la salud. Aunque este tipo de humedad suele aparecer con el paso del tiempo —especialmente en edificaciones antiguas o mal aisladas—, existen medidas preventivas y soluciones técnicas eficaces tanto para evitar su aparición como para erradicarla de forma definitiva si ya está presente.

Una de las estrategias más eficaces de prevención durante la construcción es la instalación de una barrera impermeabilizante horizontal en la base de los muros, conocida también como lámina antihumedad o capa de drenaje. Esta barrera impide que el agua del subsuelo ascienda por los materiales porosos, actuando como un freno físico al fenómeno de la capilaridad. En viviendas ya construidas, si esta medida no fue contemplada, será necesario recurrir a soluciones correctivas específicas.

Humedades por capilaridad en Valencia las cubre el seguro

Entre las soluciones más efectivas para tratar la humedad por capilaridad, destacan:

  • Inyección de resinas hidrófugas: Es uno de los tratamientos más utilizados y eficaces. Consiste en perforar la base del muro afectado e inyectar una resina impermeabilizante que, al expandirse, sella los poros del material y forma una barrera química que impide el ascenso de la humedad. Es un método rápido, poco invasivo y con resultados duraderos, ideal para su aplicación en edificios existentes sin necesidad de grandes obras.
  • Electroósmosis inalámbrica: Esta tecnología utiliza pulsos electromagnéticos para invertir la polaridad de las moléculas de agua, impidiendo que suban por los materiales. Aunque su instalación es sencilla, requiere un control técnico y suele utilizarse como medida complementaria en casos donde otras soluciones no son viables.
  • Revestimientos transpirables y morteros especiales: En casos en los que no sea posible una intervención estructural, se puede recurrir al uso de revestimientos microporosos que permiten que la pared «respire» y facilite la evaporación del agua sin retener humedad. También existen morteros técnicos que ayudan a estabilizar los muros afectados mientras se seca la humedad residual.
  • Drenajes perimetrales o sistemas de ventilación subterránea: En terrenos con un nivel freático alto o con problemas de acumulación de agua, se pueden instalar canalizaciones de drenaje alrededor de la vivienda o sistemas de ventilación bajo el forjado para reducir la presión del agua sobre los cimientos.

Además del tratamiento técnico, es muy importante retirar los revestimientos dañados, como pinturas plásticas o paneles que impiden la transpiración de las paredes, y permitir la ventilación natural del espacio afectado durante el proceso de secado, que puede durar varias semanas o meses dependiendo del grado de afectación.